Para qu� repetir lo que sabes tan bien? In�s en su nueva posici�n no quiso olvidar al fiel compa�ero de su infortunio. �Hermoso sentimiento que nadie m�s que yo supo apreciar en su valor! Aprovech�ndome de �l, casi llegu� hasta tolerarle y autorizarle, impulsada por el despecho y por mortificar a mi orgullosa parienta; pero yo sab�a que aquella corazonada infantil concluir�a con el tiempo y la distancia, como en efecto ha concluido.O� con estupor las palabras de la condesa, que iban esparciendo densas oscuridades delante de mis ojos. Pero la raz�n me indicaba que no deb�a dar entero cr�dito a las palabras de mujer tan experta en ingeniosos enga�os, y esper� aparentando conformarme con su opini�n y mi desaire.--�Te acuerdas de la noche en que nos presentamos aqu� viniendo del Puerto de Santa Mar�a? En esta misma sala nos recibi�